Inicio > Ceuta > La OJE en Ceuta > Nota de Sánchez-Porro

La OJE en Ceuta, años 60-70 del siglo XX

NOTA DE JAVIER SÁNCHEZ-PORRO:

Estimado amigo Miguel Ángel, en relación a tu blog sobre la OJE, he de hacerte algunas puntualizaciones. Por lo que veo no llegamos a coexistir en las mismas fechas en la organización pues cuando tú te marchabas yo llegaba, por lo que soy unos cuantos años más joven que tú y yo sí que fui protagonista del verdadero cambio que sufrió la OJE desde el año 73 hasta hoy, no sé lo que tu viviste pero en lo que yo viví nada más lejos de la realidad que fuésemos “cachorros del franquismo” ni “nido de rojos de mierda”.

Desde mi llegada a la OJE en 1973, asistí como protagonista a la autonomía de la OJE de las instituciones del Movimiento y a la desaparición de las camisas azules en 1974, a la creación de la USIA en 1975, marco de referencia donde se reflejan los valores de la organización, que declara a esta independiente de cualquier ideología política o confesión religiosa y define el conjunto de actitudes y aptitudes y la forma de ser de la gente de la OJE, teniendo como principales pilares el OCIO, la NATURALEZA y la PERSONA. Todo esto le valió a la OJE para que en el año 1981 fuese declarada por el gobierno Entidad de Utilidad Pública.

Este fue el verdadero cambio que nosotros hicimos desde dentro y nos ha permitido llegar hasta hoy y celebrar en 2010 el 50 aniversario, manteniendo la llama encendida de generación en generación.
Cuando en este país no había democracia, en la OJE ya votábamos a nuestros representantes en las juntas juveniles, cuando nadie sabía que era eso de la ecología y el medioambiente, en la OJE lo veníamos practicando e inculcando a los niños desde el primer día. Yo ya no estoy activo en la OJE por razones personales y profesionales, pero nunca me di de baja, porque la OJE más allá de lo que yo, tú o el otro piense, es algo más que una organización es una forma de vivir y entender la vida.

Para terminar, te dejo el relato de alguien que explica mejor que yo todo lo que he comentado:

“Llegué a la OJE por casualidad, allí me encontré un ambiente en el que nadie te insultaba por ser bajo, o gordo, o feo; o tener las orejas de soplillo. Allí descubrí personas que en lugar de buscar la pelea constante, te ayudaban, te recibían con una sonrisa y te invitaban a formar parte de una gran aventura. Fui flecha, arquero, cadete, guía, mando y dirigente. Hice cursos, aprendí muchas cosas dentro de esta Organización, y luego, también se las enseñé a otros niños de menor edad. La vida y las circunstancias personales hicieron que un día abandonara la Organización. Me marché de la OJE llevándome conmigo, cientos de tardes de risas y juegos, de partidas interminables en la mesa de ping-pong, campamentos y albergues, marchas a lugares que entonces se me antojaban lejanísimos y que con la edad descubrí estaban más cerca de mi ciudad de lo que entonces suponía (feliz ignorancia). A partir de ese momento la OJE y yo nos distanciamos. Tan solo supe de ella por puntuales comentarios de amigos, o por alguna que otra publicación que llegaba a mis manos.

En el año 2005, el azar quiso que me fuera con un grupo de la OJE a los Campamentos de Refugiados Saharauis en Argelia, para visitar un proyecto que esta nuestra Organización desarrolla con estos niños y niñas olvidados. Y allí, en mitad de un desierto inhóspito, duro, nada romántico, volví a disfrutar de algo que, para mí, siempre ha sido lo más valioso de la OJE: encontrarte con un grupo de personas a quienes no conoces de nada, pero que visten el mismo uniforme que tú, y ver como en unas horas eres capaz de sentirte a gusto con ellas, en total confianza, y comprobar cómo puedes compartir con ellos canciones, trabajos duros, esfuerzo, comida poco apetitosa, canciones de nuevo para espantar el cansancio, risas. Camaradería, en una palabra. Sentado en la caja de un camión decrépito, envuelto en polvo y tiritando por el frío intenso de noviembre en el desierto, volví a sentirme atraído de nuevo por la OJE, tal y como me sucediera treinta años atrás cuando entré por primera vez en el Hogar”

Bueno querido amigo Milan, como tú dices “espero que nadie se me enfade”. Desde aquí mi única intención es transmitir mis recuerdos y sensaciones que a estas alturas de la vida para mí son algo más que anécdotas, son experiencias vitales que a mí y a otros muchos nos han ayudado en el difícil caminar de la vida.

Espero que publiques mi comentario en tu web y que este sea el comienzo de una bonita amistad.

Un saludo / Javier Sánchez-Porro


< Volver a la OJE en Ceuta >