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Pozos y norias de la Otra Isla

En la posguerra española, este pozo daba agua salobre. Ángel Lebrero esperaba a su novia
junto al brocal. Ella vivía unos metros más allá, en Fadricas, junto a la costa interior de la bahía de Cádiz, en una casa levantada justo donde estuvo la batería del Lazareto en 1810.
Pozo y noria de la antigua Casería de Infante, el lazareto. Hoy es propiedad de don Eliseo García…

«La noria que se ha conservado en lo que fue la huerta de Infante tiene la rueda vertical formada por dos coronas y engranajes de hierro. La horizontal es de corona simple, también de hierro remachado. Es, sin duda, un buen ejemplo del patrimonio arqueológico industrial de la Isla de León en el siglo XVIII que debería recuperarse. También se conserva en la finca de Eliseo García el murete de mampostería y mortero de cal que rodeaba el anden, es decir, la superficie circular por donde aquel caballo, en eternas vueltas, movía el varal que hacían subir los cangilones con agua».

«Ese pozo, que según los documentos de arrendamiento era único para las labores de la huerta y para las necesidades vitales de la casería, proporcionó agua de excelente calidad durante buena parte del setecientos. Tal es así que su “agua buena y abundante” fue una de las bazas que se utilizó para proponer la Casería de Infante para Hospital Provisional»

La Heredad de Fadrique. Miguel Ángel López Moreno, 2003. Pág. 153-15
La noria de Tomás Otero ya no existía en otoño de 2005. Una carretera le pasó por encima. Sus restos esperaron la promesa de recolocarla en el centro de un rotonda… Pero sólo era la promesa vacía del político de turno.
Entre la antigua entrada a los polvorines y el caño Herrera estaba el ‘Manchón del Pique’. Se llamaba así porque estaba lleno de tunas y ortigas. En ese lugar existió una casa con este pozo. Mis amigos Joaquín y Fernando pasaban por aquí camino de la playa de Fadricas.
El pozo de la Noria del marqués del Pedroso. Aún existe detrás del supermercado Aldi.

«El acueducto se construyó íntegramente en la Heredad de Fadrique que, con el tiempo, acabaron siendo tierras del marqués del Pedroso. Nos queda ese recuerdo en la fachada de una finca del callejón del Pino, que en los azulejos anuncia: “Noria del Marqués”. Hoy día es propiedad de Ramón Fontau, quien nos refirió sus recuerdos de hace sesenta años, cuando el acueducto partía del lateral de lo que hoy es su casa. En el patio, junto al pozo, aún se observan los muros del aljibe que recogía inicialmente las aguas, hoy convertidos en parte del piso. El acueducto las transportaba y vertía en un depósito rectangular situado en la parte trasera de la Casa Blanca, en mitad de su jardín trapezoidal. Desde aquí, hasta la cabecera del Embarcadero, el agua era conducida a través de unas tuberías de plomo que existieron hasta mitad del siglo XX. El depósito permaneció intacto y en uso para labores de la huerta hasta que la propiedad pasó a manos de la Armada, en 1960. Entonces fue derribado para construir sobre su solar el polvorín C-2»

La Heredad de Fadrique. Miguel Ángel López Moreno, 2003. Pág. 47
POZO DE LA HEREDAD DE ALCUDIA. En el siglo XVIII la pleamar llegaba hasta este pozo. El tsunami de 1755 destruyó la Casería de Alcudia… pero se salvó el pozo. Hoy día, ¡no sabemos cómo! ha sobrevivido a las rotondas de acceso a la playa de Camposoto. Cuentan algunos que en sus profundidades se ramifican túneles que comunican diferentes puntos de la Isla de León… ¡no hay ciudad o pueblo que no atesore misteriosos túneles de origen desconocido!

Alberca, noria y palmera que existieron junto al «Ranchito»… todos ellos dejaron de existir en 2008, incluido el Ranchito

Olvidado pozo en el manchón de la barriada Neptuno. Huerta Pilar.
Patio con pozo en la calle Calderón de la Barca
Pozo y alberca camino de Camposoto
Pozo en la Casería
Alberca abandonada en Casería de Ossio
Aljibe de Infante

…todos ellos vemos desaparecer. El tiempo los diluye.


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