Sí… hay cosas que permanecen y cosas que deambulan perdidas como fantasmas.
Hay cosas firmes como rocas, y hay cosas blandas, como de agua y aire.
Cosas inamovibles en el tiempo, como montañas, y cosas que pasan como nubes…
Cosas que iluminan, y cosas que apenas saben dar sombras…
Y, a pesar de todo, a pesar de lo fantasmal, de lo blando y lo pequeño, somos constructores de lo eterno, de lo rocoso y lo luminoso.
Somos los homo sapiens así de contradictorios…va a ser verdad lo que decía el aparente loco del anuncio, que el ser humano es extraordinario.
En la imagen: Fantasmas en el Duomo de Milano