Pero lo que la hace única es el entorno: está en un parque natural, rodeada de castaños, encinas, alcornoques, mestos, madroños, higueras… y, para colmo, es una diablura llegar hasta ella, por lo complicado y oculta. No hay nada ni nadie alrededor… solo Paco, un ex guardia civil, sube todos los días para atender su huerta y sus animales. En kilómetros a la redonda no existen luces… y, si de madrugada, sales al campo (la verdad sea dicha: mear con nocturnidad es un inconfeso placer), las estrellas las hacen innecesarias.
El pasado finde estuvimos con ellos, y ocurrió el eclipse total de luna del 3 de Marzo de 2007. La noche era deliciosa. Recuerdo que me llamaron algunos de mis viejos amigos de Villajovita (alguien les había dicho que yo tenía un chismorreo que contarles, pero era una broma)… todos ellos veían la misma luna mordida por la sombra terrestre. Dentro de la casa, mientras el fuego devoraba troncos de castaños, desgranábamos la misma conversación desde hacía un buen rato: la prisión atenuada a De Juana Chaos y la reacción del PP… Hice una foto al eclipse, pero resultó una caca. Pero, mira, no importa… sirva el fenómeno para recordar buenos momentos… ¡si no fuera por esos pequeños ratos!