Me han dicho que una señora, tratando de quitarle la tierra bajo los pies, le afeó a Carod que siendo aragonés, ejerciera de catalán. Y, por lo visto, el hombre, con seriedad, negó los hechos… entre otras cosas, porque tenía razón.
¿Se imaginan ustedes lo que habría dicho un gaditano en esa situación? Pos habría dicho con socarronería:
– Señora, es que los gaditanos nacemos donde nos sale de los cohones –remachando con chulería lo de cojones, y aspirando la “j” hasta hacerla casi una “h”.
La frase, atribuida a Antonio Burgos (sevillano y gaditano de adopción), no es altanera ni ofensiva –aunque la señora sería muy libre de tomársela como quisiera-, quiere decir que cualquiera, haya nacido en cualquier sitio, puede sentirse gaditano y ejercer de tal sin más que quererlo. Significa que Cádiz, vieja ciudad que aspira a ser trimilenaria, tiene alma para todos… incluso para Carod y la señora de la pregunta capciosa.